Las maestras Jardineras.

Cuando éramos pequeños las maestras jardineras eran lo más, jugaban con nosotros, nos enseñaban, eran cariñosas y nos cuidaban, a mi me encantaba que mis maestras de jardín me mandaran besos en el cuaderno de comunicaciones. Eran señoras grandes e imponentes, eran casi como una segunda madre.

Dieciséis años después mi idea sobre las personas que se dedican a esta profesión cambio radicalmente cuando conocí a quienes se preparaban para realizar la difícil tarea de educar a los niños más pequeños.

Por amigos que salieron con alguna, por alguna que me presento un amigo para que salga con ella (después de presentarme a ese ente, creo que debería dejar de considerarlo amigo) o por que cuando volvía de la facultad veía salir a montones de chicas que estaban estudiando para ser maestras jardineras, puedo decir que, desgraciadamente, conocí bastante el mundillo donde esa mueve esa gente.

Tétrico y espeluznante era escuchar a quienes en un futuro educarían a mis hijos, si es que los tengo, a mis sobrinos o a los hijos de mis amigos. Viendo un grupo de 6 maestras jardineras, el conteo de neuronas tiraba el resultado de 12, entre las seis y hablando con ellas uno se daba cuenta que no tenían ni la menor idea de nada y que no podían hablar de otro tema que no sea el cuidado de los niños y alguna presunta idea de psicopedagogía. Por supuesto que cuando uno intentaba que alguna de estas “Seños” hablara en profundidad sobre los temas que repetían o que razonara un poco las cosas, estas quedaban totalmente descolocadas y quedaban en silencio, con la misma cara de un nene de cuatro años que sabe que se mando una macana y trata de disimular.

Si ver que estas futuras “educadoras” tenían un nivel intelectual y cultural menor al de un niño de 4 años era penoso, patético era escuchar los comentarios dignos de un pedófilo que realizaban estas señoritas, pedófilos no por que tocaran a los niños, pedófilo por que generaban con ellos el trato que tendrían con una persona de su edad, así escuchar a una maestra jardinera decir cómo le gustaba uno de sus alumnitos como se pondrían de novio con tal, como les encantaba el otro o el trato de chico que les gusta o peor, chico que las chamuya, escuche a maestras jardineras diciendo que un chico de 4 años las chamuyaba , como si fuera un pibe de un boliche o uno que las invita a salir. No solo trataban de pares a los nenes de preescolar si no que también escuchar a alguien de veintipico de años decir como competía con una nenita de tres como si fuera una perra que le quiere robar al novio era algo bastante enfermo.

No digo que todas las maestras jardineras sean así, no es necesario que me cuenten historias sobre las maestras jardineras que hacen 1000 km a pie para ir a una escuela en el medio de la nada, cocinan y cuidan a 120 chicos de una escuela rural en una zona pobre y abandonada, esas que van al trabajo con lluvia, nieve o gripe porcina porque saben que si los niños no van al jardín no comen nada en todo el día, porque yo se que existen personas inteligentes, trabajadoras, honestas y que saben tener una relación sana con los niños que cuidan y creo que es por esa gente que sabe hacer bien su oficio que destrozo a los mamarrachos que conocí.